El pirata con el parche en el ojo forma parte de la iconografía popular. Los piratas, efectivamente, solían llevar un parche pero no porque hubiera una enorme prevalencia de tuertos entre la tripulación sino como arcaico sistema de “visión nocturna” durante las batallas: cuando los piratas asaltaban un barco el combate se iniciaba en la cubierta pero, eventualmente, continuaba en las tripas del barco. Dado que el ojo humano tarda entre 4 y 6 minutos en adaptarse a un brusco cambio de luz, si el pirata entraba en la parte inferior de la nave estaría vendido frente a los sables rivales.
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